lunes, 5 de noviembre de 2012

Transfusiones de sangre podrían retrasar el envejecimiento

Muchos recordarán El ansia (The Hunger, 1983), el debut en la gran pantalla del recientemente fallecido Tony Scott, en el que la vampira interpretada por Susan Sarandon se alimentaba de la sangre de sus víctimas para alargar su longevidad durante siglos. Ligado culturalmente al vampirismo –también se decía que la condesa húngara Elizabeth Báthory se mantenía joven gracias a una dieta rica en carne humana–, la utilización de la sangre fresca como una herramienta para prolongar la vida humana había sido una mera hipótesis propia de la literatura y el cine de terror, al menos hasta la pasada semana. La diferencia es que por primera vez ya existe evidencia científica suficiente para pensar que la inyección de sangre de los más jóvenes puede detener el envejecimiento.
Esto es lo que se deduce de los resultados de un experimento realizado por el grupo de investigación del profesor Saul Villeda durante el último año y que fueron presentados el pasado miércoles en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia que tuvo lugar en la ciudad norteamericana de Nueva Orleans. Aunque el experimento se haya llevado a cabo con ratones, el responsable principal de la investigación ha señalado que cree que podría aplicarse también para el ser humano. “¿Creo que habría causado también el mismo efecto con humanos? Cada vez estoy más seguro de que podría ser así.”, señaló el científico, que ha sido galardonado este mismo año con el premio Early Independence, otorgado por el NIH (Instituto Nacional de Salud estadounidense).
Vía | El Confidencial

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