Un grupo del Hospital General de Massachusetts y de la Escuela Médica de Harvard tomo un paso fundamental hacia este objetivo. El grupo bio-fabricó un riñón entero y lo trasplantó en una rata de laboratorio. Lo más importante es que este riñón fabricado artificialmente fue capaz de producir orina y demostró función renal en la rata que recibió el trasplante.
Uno de los problemas principales en la creación de un órgano bio-fabricado es que debe tener la arquitectura correcta. A fin de lograrlo, el primer paso en el método nuevo fue tomar riñones sanos de ratas y eliminar todas las células, pero a la vez manteniendo la matriz extracelular, proporcionando de este modo un andamio en el que las nuevas células puedan crecer. Estos andamios fueron sembrados con células y transferidos a un biorreactor de un órgano completo donde recibieron nutrientes adecuados. Estos riñones rudimentarios luego fueron trasplantados y pudieron recapitular la función básica del riñón, tales como la producción de orina.
Vía | medgadget
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